Oficialmente estamos todavía en invierno y parece mentira pero antes no había fresas hasta bien entrada la primavera. Y no hablo del pleistoceno, sino de hace solo unos pocos años. Yo creo que nadie veía una fresa antes de mayo. La semana pasada encontré en el mercado unas fresas preciosas, grandes y brillantes, perfectas, con un aroma penetrante, ...no las oléis antes de comprarlas? Ya en casa me sorprendió que resultaran tan dulces y perfectas en pleno mes de marzo, qué maravilla. Pero es que, encima, estaban a un precio ridículo, como si estuviéramos en plena temporada. Cómo puede ser? a mediados de marzo y ya ha pasado prácticamente la temporada de fresas?? Debe ser como la Navidad, que cada año llega antes. En fin, que no me lo pensé y me llevé esta preciosidad por apenas unos céntimos de euro. Tenía que haber comprado más jajajaa.
Creo que no hay muchas cosas que hacer con fresas que no conozcamos ya, o dicho de otra manera, ninguna receta que nos vaya a sorprender a estas alturas. Pero, a veces, agudizando un poquito el ingenio, podemos buscar un poco de originalidad en las cosas cotidianas. He dicho ingenio, así que no os preocupéis que la técnica es de lo más fácil. Puede que penséis que esta presentación es algo cursi, yo me tengo que incluir pues suelo ser más pragmática de lo que a veces me gustaría, pero es una técnica de cocina sencilla y efectiva y, como tal, es bueno conocerla y aprenderla. A mi marido no se lo pareció, cursi me refiero. Ya sabéis que ellos suelen tener el umbral de la cursilería más bajo y saltan antes las alarmas, pero no, fíjate por donde. Y cuando le pregunté, tú crees que es demasiado cursi para una entrada?, me comentó, que va! (toma ya! este marido mío es un sol). Es más, añadió cuando le pillé por banda para que me ayudara con las fotos, me ha costado ver que eran fresas. A bote pronto pensaba que había comprado unas rosas. Bueno, pues me alegro, porque de eso se trata. :-)
Como podéis aplicar esta técnica floral a cualquier preparado, donde la fresa tenga además un papel decorativo, os la traigo con uno de las más sencillos pero no por ello menos delicioso, unas fresas con nata que nos recordarán a simple vista que la primavera ya está aquí... o al menos eso parece.