Hace poco Alba e Ingrid tuvieron la genial idea de fusionar en un blog dos artes que están muy a menudo relacionadas y por las que además sienten verdadera pasión, el cine y la gastronomía. Entre un montón de simpáticas y atractivas actividades, muy originales si me permitís, proponen un reto mensual basado en una de estas asociaciones, digamos que gastro-cinematográficas, que este mes de abril consiste en publicar una receta del libro Mastering the Art of French Cooking de Julia Child, que, como ya sabréis, es el auténtico protagonista en torno al cual gira la película Julie & Julia.
En cuanto propusieron la idea tuve mi elección muy clara y, salvo que la receta de la Child me llevara a un fracaso estrepitoso, mi deseo era publicar su Soufflé au chocolat (solo apto para chocoadictos, aviso, eh!). Aunque es muy parecido no es el que hago en casa, ni había probado nunca su receta, por lo que, sinceramente, la adapté un poco a mis costumbres para asegurarme de alguna manera el tiro, que esto de los soufflés es harto complejo :-). Pero he respetado los ingredientes y todos aquellos pasos que me han parecido importantes o curiosos, a fin de cuentas se trata de hacer su receta, no la mía.
Probablemente algunos conoceréis mejor a Julia Child a través de la película Julie and Julia que se estrenó en España en el año 2009. Julia McWilliams fue una chef californiana, escritora de numerosos artículos de cocina en diversas revistas, periódicos y libros, todos ellos de cocina francesa adaptada a los ingredientes y gustos más cercanos a los estadounidenses. Llegó a hacer numerosas incursiones en la televisión en shows culinarios, pero no sería hasta The French Chef que alcanzaría un éxito rotundo que la lanzaría a la fama en la pequeña pantalla a principios de los años 60.
Siempre he tenido la sensación, aunque esto es una apreciación muy personal que no pretendo que compartáis, pero con la que tampoco quisiera molestar a nadie, que era parecida a nuestro Arguiñano, más mediática que cocinera. Lejos conceptualmente, repito, a mi parecer, de la creatividad de la francesa Anne Sophie Pic o la donostiarra Elena Arzak, incluso de alguien que no heredó este gen de sus antepasados como la catalana Carme Ruscalleda, por citar las primeras que me vienen ahora a la mente, mujeres muy preparadas y que además viven la pasión por la gastronomía de manera innata. Sin embargo, gracias a su trabajo y su innegable tesón, la alta cocina francesa descendió de manera asequible y como la pólvora a los hogares norteamericanos de la época. Algo que allí, hasta entonces, estaría reservado a las más selectas mesas. Entiendo que la buena acogida del proyecto de Julia Child estaba garantizada desde el primer momento ya que la sociedad norteamericana, hablo solo de la anglosajona y con ella incluyo Canadá, es admiradora del gusto europeo, concretamente el francés, como algo refinado y sofisticado, hasta el punto de haber integrado galicismos en aquellas expresiones y palabras que deben destilar elegancia. Luego parece lógico que un libro de cocina francesa para todos los públicos debía ser garantía de éxito.
En 1946, después de una juventud muy viajada, por reducir su intensa vida de alguna manera, se casó con Paul Cushing Child, un diplomático norteamericano que en 1948 fue trasladado a Francia para ejercer sus funciones. Allí, Julia, tuvo la oportunidad excepcional de estudiar las artes culinarias en L'école Le cordon bleu. Formó parte del club femenino Cercle des Gourmettes donde conocería a Simone Beck y Louisette Bertholle, coautoras, junto a Julia, de la obra Mastering the Art of French Cooking, y quienes, en realidad, la animarían a difundir sus nuevos conocimientos a la audiencia estadounidense.
En el año 1951 las tres amigas fundaron la escuela gastronómica L'Ecole des Trois Gourmandes, donde, desde la cocina de la propia Child, en su casa de París, impartían clases de cocina francesa de índole informal a mujeres norteamericanas.
Durante la siguiente década, las tres, se dedicaron a la búsqueda, recopilación y repetitivo ensayo de las diferentes recetas tradicionales de la cocina francesa, con la intención de publicarlas en un libro encarado al mercado norteamericano. Julia traducía las notas de sus amigas del francés al inglés, procurando explicar las recetas muy detalladamente, no en vano ella era una persona muy perfeccionista, adaptándolas de manera práctica y que resultara interesante al público al que iban dirigidas. Hasta que, tras diez años de continuos traslados, el matrimonio Child tuvo que volver definitivamente a Estados Unidos. Allí comenzaría su auténtica andadura como escritora profesional y chef que la lanzaría finalmente a la popularidad y por la que todos la conocemos hoy en día.
Según comentan Ingrid y Alba en la introducción a este tema, parece ser que a Julia Child no le hizo demasiada gracia la manera en que Julie llevaba su personal reto en el blog, algo que también parece adivinarse en la película, pero que perfectamente podría ser parte de la ficción propia de cualquier film. Lo cierto es que Julie, lejos de plasmar detalladamente las recetas de la chef y por extensión distinguir su trabajo, se limitaba a contar sus peripecias personales con ellas de manera algo frívola, trivializando el trabajo de la autora. Quizás... no, quizás no, seguro que la señora Child hubiera estado más satisfecha de ver sus recetas en cualquiera de vuestros blogs, donde las trataríais con todo el mimo que se merece :-)
En cuanto propusieron la idea tuve mi elección muy clara y, salvo que la receta de la Child me llevara a un fracaso estrepitoso, mi deseo era publicar su Soufflé au chocolat (solo apto para chocoadictos, aviso, eh!). Aunque es muy parecido no es el que hago en casa, ni había probado nunca su receta, por lo que, sinceramente, la adapté un poco a mis costumbres para asegurarme de alguna manera el tiro, que esto de los soufflés es harto complejo :-). Pero he respetado los ingredientes y todos aquellos pasos que me han parecido importantes o curiosos, a fin de cuentas se trata de hacer su receta, no la mía.
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foto perteneciente a Harper's Bazaar |
Siempre he tenido la sensación, aunque esto es una apreciación muy personal que no pretendo que compartáis, pero con la que tampoco quisiera molestar a nadie, que era parecida a nuestro Arguiñano, más mediática que cocinera. Lejos conceptualmente, repito, a mi parecer, de la creatividad de la francesa Anne Sophie Pic o la donostiarra Elena Arzak, incluso de alguien que no heredó este gen de sus antepasados como la catalana Carme Ruscalleda, por citar las primeras que me vienen ahora a la mente, mujeres muy preparadas y que además viven la pasión por la gastronomía de manera innata. Sin embargo, gracias a su trabajo y su innegable tesón, la alta cocina francesa descendió de manera asequible y como la pólvora a los hogares norteamericanos de la época. Algo que allí, hasta entonces, estaría reservado a las más selectas mesas. Entiendo que la buena acogida del proyecto de Julia Child estaba garantizada desde el primer momento ya que la sociedad norteamericana, hablo solo de la anglosajona y con ella incluyo Canadá, es admiradora del gusto europeo, concretamente el francés, como algo refinado y sofisticado, hasta el punto de haber integrado galicismos en aquellas expresiones y palabras que deben destilar elegancia. Luego parece lógico que un libro de cocina francesa para todos los públicos debía ser garantía de éxito.
En 1946, después de una juventud muy viajada, por reducir su intensa vida de alguna manera, se casó con Paul Cushing Child, un diplomático norteamericano que en 1948 fue trasladado a Francia para ejercer sus funciones. Allí, Julia, tuvo la oportunidad excepcional de estudiar las artes culinarias en L'école Le cordon bleu. Formó parte del club femenino Cercle des Gourmettes donde conocería a Simone Beck y Louisette Bertholle, coautoras, junto a Julia, de la obra Mastering the Art of French Cooking, y quienes, en realidad, la animarían a difundir sus nuevos conocimientos a la audiencia estadounidense.
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Logo extraído del libro Mastering the Art of the French Cooking |
Durante la siguiente década, las tres, se dedicaron a la búsqueda, recopilación y repetitivo ensayo de las diferentes recetas tradicionales de la cocina francesa, con la intención de publicarlas en un libro encarado al mercado norteamericano. Julia traducía las notas de sus amigas del francés al inglés, procurando explicar las recetas muy detalladamente, no en vano ella era una persona muy perfeccionista, adaptándolas de manera práctica y que resultara interesante al público al que iban dirigidas. Hasta que, tras diez años de continuos traslados, el matrimonio Child tuvo que volver definitivamente a Estados Unidos. Allí comenzaría su auténtica andadura como escritora profesional y chef que la lanzaría finalmente a la popularidad y por la que todos la conocemos hoy en día.
Según comentan Ingrid y Alba en la introducción a este tema, parece ser que a Julia Child no le hizo demasiada gracia la manera en que Julie llevaba su personal reto en el blog, algo que también parece adivinarse en la película, pero que perfectamente podría ser parte de la ficción propia de cualquier film. Lo cierto es que Julie, lejos de plasmar detalladamente las recetas de la chef y por extensión distinguir su trabajo, se limitaba a contar sus peripecias personales con ellas de manera algo frívola, trivializando el trabajo de la autora. Quizás... no, quizás no, seguro que la señora Child hubiera estado más satisfecha de ver sus recetas en cualquiera de vuestros blogs, donde las trataríais con todo el mimo que se merece :-)
Para esta receta del tradicional soufflé au chocolat que os traigo hoy, además de daros todas las indicaciones que aparecen en el libro Mastering the Art of French Cooking, como ya os comenté en la entrada anterior, también os daré indicaciones para utilizar la Kenwood Cooking Chef, aunque no son exclusivas y podréis trasladarlo perfectamente a cualquier método que empleéis.
- 200gr de chocolate negro (+ del 70% cacao)
- 1 café expresso (muy corto)
- 200ml leche (entera o semidesnatada)
- 15gr. de fécula de patata (o 20gr. de maizena)
- 2 yemas de huevo
- 4 claras de huevo
- 90gr de azúcar blanco granulado
necesitareis también:
- 1 pellizco de sal
- zumo de limón (aprox. una cuchara sopera)
- mantequilla para forrar los moldes
- algo más de azúcar para los moldes (o cacao en polvo si no queréis usar azúcar)
- azúcar glace o cacao puro para decorar
Preparad todos los ingredientes para tenerlos a mano. Trocead el chocolate y separad las yemas de las claras procurando que estén libres de cualquier rastro de la yema. Esto último es muy importante. Julia Child recomienda en su receta el uso de la fécula de patata, incluso de maíz o arroz, antes que harina convencional, por el especial tratamiento y complicación que tiene el soufflé de chocolate respecto a otro tipo de souffés. Con ello intenta evitar que, por las características del chocolate, nos quede una suerte de pudding en lugar de un soufflé esponjoso. Yo tengo mucha tendencia a usarlo, por el pa de pessic, pero si no sabéis donde comprar fécula de patata, en la franquicia Santiveri lo encontrareis fácilmente. | |
Poned la mitad del azúcar (45gr.) y la leche a calentar en un cazo, sin que llegue a hervir. | |
En la cooking chef montad el accesorio batidor flexible y programad la temperatura a 90ºC. La velocidad 1, en función remover, y dejad que el azúcar se disuelva en la leche caliente. | |
Mientras desleíd la fécula de patata en una o dos cucharadas soperas de leche fría. | |
Añadidla a la leche caliente y removed constantemente, para evitar la formación de grumos, hasta que la mezcla adquiera una consistencia cremosa. Apenas un minuto. Si lo hacéis en un cazo, removed y evitad que llegue a hervir retirándolo momentáneamente del fuego, tantas veces como sea necesario. | |
Preparad un café espresso, bien cortito. Podéis sustituirlo por el equivalente en café liofilizado y agua, pero que sea bien cargado y corto. | |
En la cooking chef programáis la temperatura a 45ºC. para disolver las yemas y el chocolate. También podéis utilizar el baño maría o el microondas a una potencia muy baja y calentando el chocolate en intervalos de no más de 15 segundos. Si lo hacéis en el mismo cazo de la leche, simplemente retiradlo definitivamente del fuego y esperad un par de minutos, removiendo, para que baje la temperatura. | |
Cuando la temperatura sea la correcta, añadid a la crema las dos yemas de huevo y el café. Seguid removiendo constantemente hasta integrar. Si utilizáis un cazo, agregad estos ingredientes fuera ya del fuego y ayudaos de unas varillas. | |
Finalmente añadid el chocolate hasta que se funda y obtengáis una crema suave. Reservad esta crema. | |
Montad las claras. Si usáis el mismo recipiente de la cooking chef, limpiadlo concienzudamente para eliminar todo resto de grasa. Utilizad las varillas de montar que también deben estar limpias y secas. En cualquiera de los sistemas que uséis para montarlas, añadid un pellizco de sal que os ayudará a darle consistencia y el chorrito de limón, que facilitará que la mezcla esté absolutamente libre de grasas. Cualquier rastro de grasa os impediría montarlas, además, el ácido del limón actúa como estabilizante, sin el cual, la mezcla, incluso puede mermar. En su libro, Julia, explica como algunos chefs utilizan utensilios de cobre para montar las claras porque, según ella, la pequeña acidez del cobre actúa como estabilizante. Esta propiedad del cobre la desconocía por lo que me limito a trasladaros las palabras de la escritora, que además no menciona el limón en ningún momento. Podéis batir la mezcla a 45ºC. Aunque por la cuestión bacteriana no sea absolutamente necesario, ya que coceremos el soufflé al horno, sí que nos ayudará a montar las claras bien firmes, más voluminosas y más rápido que si están frías de la nevera. | |
Mientras se montan las claras, engrasad con mantequilla los moldes y a continuación espolvoreáis con azúcar, de manera que el interior del molde quede bien lubricado y cubierto de azúcar. Una manera sencilla de cubrir ligeramente de azúcar es llenar un molde hasta arriba y simplemente pasar el azúcar de un molde a otro. Con movimientos circulares que aseguren la completa cobertura. Acabad con unos suaves golpecitos en la base para eliminar el sobrante. Si no queréis usar azúcar podéis hacerlo perfectamente con caco en polvo. Julia Child, en su libro, recomienda hacerlo preferentemente con harina, pero a mí no me gusta el resultado de la harina con estas masas tan ligeras, y más habiendo trabajado el soufflé con fécula de patata. Se aprecia demasiado el contraste con el chocolate, en cuanto al color, y el sabor me parece demasiado evidente. Quizás con maizena, pero aún así creo que es preferible el cacao como sustituto del azúcar, si es que queréis sustituirlo. | |
Una vez bien montadas las claras proceded a añadir el resto (45gr.) del azúcar, y seguid batiendo para conseguir un merengue firme. Para los que uséis temperatura, sigue siendo de 45ºC | |
Dejad el merengue bien consistente. En el libro, Julia Child, comenta de la gran importancia que tienen las claras montadas en este receta. Son realmente el auténtico secreto del éxito del soufflé, tanto al montarlas como al mezclarlas posteriormente con la crema de chocolate. Aconseja que, para asegurarnos el punto óptimo, su volumen debe verse aumentado en 7 u 8 veces. Además nos ofrece un buen truco para comprobar su textura y rigidez ideal. Según Julia Child las claras correctamente montadas deben poder soportar el peso de un huevo entero si lo colocáramos encima de ellas. La prueba del huevo no la hice, pero los que trabajéis con la cooking chef observareis como las claras montadas alcanzan la marca de los 3litros, algo menos de la mitad de la capacidad total del recipiente. | |
En el bowl donde tenéis reservada la crema de chocolate, que ya habrá perdido temperatura, id mezclando el merengue en cantidades muy pequeñas. Empezad por integrar aproximadamente una quinta parte del total, con delicadeza, ayudándoos de unas varillas y movimientos envolventes. Id añadiendo cantidades de merengue y aseguraos que queda bien integrado sin que pierda volumen. | |
Continuad hasta terminar con la totalidad del merengue. | |
La textura debe resultar muy similar al de una mousse ligera. | |
Repartid la mezcla en los recipientes que habréis preparado. Llevadlos a la nevera para que enfríen tanto como os sea posible. Como mínimo una hora. Esto es algo que me gusta hacer a mí, una sugerencia muy personal, independiente de la autora del libro. Si lo dejáis enfriar totalmente observareis que la mezcla solidifica exactamente igual que lo haría una mousse de chocolate. Podéis hornearlos perfectamente al día siguiente, con lo cual podéis combinaros el trabajo o dejarlo preparado con cierta antelación. Precalentad el horno a 220ºC y llevad los moldes directamente de la nevera a una altura intermedia del horno. El horno en función turbo o ventilador. Dejad cocer durante 10 minutos a esa temperatura. Pasado ese tiempo Julia Child sugiere espolvorear rápidamente azúcar glace por la superficie y dejar 5 minutos más o hasta que al insertar un palillo éste salga limpio. Tened en cuenta que un soufflé no es un coulant, por lo tanto aseguraos que esté bien cocido. |
Yo nunca había interrumpido la cocción de los soufflés para espolvorear azúcar, no obstante no perdieron volumen ni nada de lo en principio podía temerme. No las tenía todas conmigo, esto de abrir el horno a media cocción no me hacía ninguna gracia, la verdad. Sin embargo, lo que sí sucedió fue que la gran temperatura del horno hizo que el azúcar glace caramelizara un poquito por los extremos, con lo que quedó, en el borde superior, una capa ligeramente crujiente, bastante agradable al paladar aunque no especialmente atractiva a la vista, siendo además que no es necesaria ni por estética ni para que el soufflé suba alto y erguido. Por lo que quizás, una vez espolvoreado el azúcar, yo os sugeriría que bajéis la temperatura a 200ºC. Yo lo hice a la vista del caramelo, pero más tarde.
Simplemente también podéis prescindir de interrumpir la cocción para espolvorear azúcar, o sustituirlo, si no os gusta, por cacao en polvo, pero eso, en todo caso, debería hacerse al final de la cocción y en ambos casos nos evitamos el caramelo o quemar el caco. También es cierto que el reborde azucarado del molde no me ayudó demasiado en este sentido, si vuestros moldes no lo tienen, mucho mejor.
En mi opinión, el mejor truco para que os salgan unos soufflés au chocolat bien altos es cocerlos a temperaturas relativamente altas y muy contrastadas, de ahí la importancia de que la crema esté bien fría y el horno muy caliente. Y, algo que tampoco comenta en el libro, al final de la cocción, mantenerlos en el horno ya apagado y con la puerta entreabierta un par de minutos más, para que no sufran un contraste muy brusco de temperaturas. Sobre todo dejadlo cocer muy bien, el chocolate dificulta un poco esta tarea y es importante que comprobéis con un palillo que está bien cocido.
No os hice fotos del horno ni de como espolvoreaba el azúcar, porque me pareció muy arriesgado y quise hacerlo lo más rápidamente que me fue posible. :-)
Cuando estén cocidos, y el palillo salga bien limpio, sacad los soufflés y servid inmediatamente.
Es cierto que con el paso del tiempo los soufflés pierden un poquito de altura, como también lo es que estos preparados son mucho más sabrosos recién salidos del horno, con lo que, queramos o no, hay que andar ligero y no entretenerse dejando que se enfríen. Pero no sufráis, porque esta pequeña pérdida de altura no es ni brusca ni sucede en pocos segundos. Lo ideal es que, si no queréis esperar al postre, los horneéis mientras vais por el segundo plato, de manera que llegado el momento sea sacar del horno y servir. Ojo que los moldes están terriblemente calientes!
La verdad es que para hacer estas fotos estuve bastante rato. Lo tenía todo a punto, pero suelo hacer muchas fotos para luego elegir las que me gustan más, y creo que puedo aseguraros que entre la primera y la última pasaron 15 minutos bien buenos. En ningún momento el soufflé se me desmoronó, perdió forma o se hundió, aunque, comparando las fotos, sí se percibe una ligera pérdida de altura. En mi opinión no tan significativa como para que no podáis tomaros vuestro tiempo para servirlo tranquilamente, sin ningún problema.
No sé el aspecto que tiene el soufflée de Julia Child hecho al pie de la letra con sus medidas. Ella, además, utiliza un molde grande, con lo cual los tiempos son distintos. Eso sin mencionar que en el libro no aparece ni una sola foto o ilustración de la receta. Pero os he ido dando consejos generales y os he contado la experiencia que he adquirido con otros soufflés, que pienso os servirán para cualquier tipo de receta que vayáis a hacer. Sea la que sea.
Tened en cuenta también que la misma receta no sale igual en función de las harinas usadas, temperaturas, hornos etc. Además de montar correcta y concienzudamente las claras, evitad corrientes de aire y cambios bruscos de temperatura una vez ya en el horno u horneados. Por lo demás no tiene ninguna dificultad.
No fue hasta que le hinqué la cucharilla, para que vierais el interior, que perdió un poco la forma y el volumen inicial. Y es que tuve que darle un buen achuchón al borde caramelizado para poder llevarme un trocito. Pero bueno, eso ya corre a cuenta del comensal ...vuestro trabajo se verá perfecto cuando lo sirváis. :-)
No es necesario que os diga que, de todo esto, resulta una nube de chocolate que os hará cerrar los ojos de placer. Recuerda, casi, la textura de un bizcocho etéreo, ligerísimo, con la jugosidad del chocolate, muy muy suave, tanto que se deshace en la boca. Evidentemente su sabor es directamente proporcional a la calidad de la materia prima, así que usad el mejor chocolate que tengáis por ahí. La receta y todo el esfuerzo que habréis realizado, bien lo vale. :-)

Ohhh!! Com a xocoaddicta declarada aquesta recepta em sembla boníssima!! Si a casa la veuen ja no et dic que els semblaria!!
ResponderEliminarLa informació molt bona (com sempre) i les fotos xulíssimes!
Petonets,
Paula
jajajaj, ja veig que la Paula i jo som unes troneres!! però clar, havia de veure la teva recepta!!!! Mira que els soufflés són difícils de fer, però el teu t'ha quedat fantàstic!!!! una recepta excel·lent, com ens tens acostumats!!!! molts petonets solet i bona nit!!!!! ;P
ResponderEliminarjajajaja res de troneres!!! que jo també hi soc, estava pendent de l'hora per pujar la recepta, ha estat pitjor que un dia de reis!! jajajaja
ResponderEliminarPaula, Judith, gràcies boniques, un petonàs (i ara a dormir!!) jajaaja :-)
Ohhhh i ohhhh!!!que bo, com m´agraden els souflés i les teves explicacions amb tot detall, així dona gust fer aquesta recepta!! Les fotos molt xulis, jo també faig moltes i és veritat no t´ha baixat i es poc usual ja que el souflé no sap esperar. Petons
ResponderEliminarApa, doncs una altra tronera a la llista... jajajaja Nosaltres estem preparant la nostra entrada pel repte... i ara m'has fet entrar unes ganes de xocolata!! T'ha quedat fantàstic!
ResponderEliminarPetonets
Sandra
Me encanta leerte. Siempre me acerco a tu blog sabiendo que no solo voy a disfrutar de una presentacion exquisita, sino tambien de una excelente redaccion. Por cierto, debe ser todo un placer para los sentidos. Algun dia me atrevere siguiendo todos tus consejos. Besos y enhorabuena¡¡¡
ResponderEliminarQue perfección!!!! wow, es que tus entradas son una más bonita que la anterior!
ResponderEliminarNo creo que a mi me pueda salir semejante belleza, pero soy tan caradura que lo voy a intentar..
Esa máquina es una bellezaaaaa!!
besitos
Maravillosa receta. Mira que estuve tentada a hacerla pero al final me decidí por una dulce.
ResponderEliminarDe todas maneras me llevo la receta que es magnífica.
Besos.
Maravilloso¡¡¡ que delicia de soufflé es toda una tentación y seguro que cerramos los ojos de palcer, no lo dudes, jaja.
ResponderEliminarUn besote
Amb aquesta entrada has arribat al cel de Film & Food!!! ajjajajajj!! Mare meva quina explicació tant detallada de la cuina de Julia Child, la seva vida i les anècdotes de la película!! m'encanta.
ResponderEliminarI què dir del soufflé..t'ha quedat tant esponjós i amorós que ha d'estar de vici!!
Molts petonets guapa i moltes gràcies per participar
Jo..ja quan has arrivat al pas de la crema de xocolata incorporant les clares ja estaría posant cullerada...jajaj
ResponderEliminarimagina al final
Bon cap de setmana
Hola Maduixa, me temo que me encuentro antes otra receta bordada, no tengo más que decirte que te han salido unos au chocolat preciosos y tu introducción y tus consejos fundamentales, sobre todo para nosotros que jamás hemos hecho un soufflé en casa ni au chocolate ni nada parecido. Sobre lo que comentas de Julie, esto lo hablamos por correo y te di la razón, es más, en la película queda un poco claro lo mediático del asunto, y que al ser esta mujer de procedencia americana ya se sabe... tiene de mérito lo que tiene.
ResponderEliminarEn fin, que me encanta como te ha quedado, y el defecto del azúcar que cuentas en el borde del molde, de verdad, es una nimiedad absoluta que además a mí particularmente me agrada a la vista.
Cachis… si es que ¡¡eres muy exigente!!
Y por último, sobre cómo sube el soufflé o no, mucha gente le pasa que le baja muchísimo o apenas le sube, y esto es debido (creo) a que no trabajan bien las claras o pequeños detalles como que los huevos que usan no son fresquísimos, detalle importante después de investigar un poco sobre el tema (¿te acuerdas de la temperatura de las claras que te pregunté?). Pues esto es algo que hace tú maquinón a la perfección haciendo una clara montada muy espumada y a la vez firme. Nosotros habrás visto en otros posts que sin temperatura pero usando claras frescas hemos hecho bizcochos sin levadura y han subido de forma abrumadora en el horno, algo impensable cuando antes lo hacíamos a mano y posteriormente a varillas, al menos eso nos pasaba a nosotros.
Por tanto, aunque es verdad que con el paso de los minutos algo baja, con tu caso se demuestra que haciendo las cosas bien, queda un soufflé de 10.
Me estoy imaginando el bocado, aunque no le añadiría el café.
Tenemos que hablar un día de las maquinitas de café expreso, tenemos dudas con la compra de una maquinita.
Un saludo.
Me encantaría probar uno de esos soufflés! todo lo que tenga chocolate negro me encanta! Y lo que me gusta mucho también es tu Kenwood!
ResponderEliminarCreo que te ha quedado mucho mejor de lo que le quedaba a Julia (por algo ella no puso foto) jaja!
Una entrada explicada de una manera excepcional. Simplemente maravillosa. Me encanta leer tus recetas
ResponderEliminarImpressionant, si quan he vist la foto pensava q era un pastis sobre un plat, no entenia el titol...
ResponderEliminarJo encara no m'he atrevit mai a fer un souflé, pero tinc clar on aniré a buscar la recepta pq quan el faci...:-)
Petons,
Me encanta este dulce! Y de chocolate mejor aún. Tiene una pinta fantástica ;)
ResponderEliminarCreo que me voy a guardar este post para estudiarmelo bien y hacer mi primer soufflé...seguro que no encuentro ninguna otra receta tan bien explicada.
ResponderEliminarAdemás, es que te ha quedado perfecto!!!
Un besico.
Maduixa quina gran aportació!! Ja em podria haver tocat aquesta amb el que m'agrada la xocolata, jeje!! :P
ResponderEliminarNo se si és la recepta de la Julia o el teu toc personal, però frnacament t'han quedat espectaculars, com han pujat de bé!! Em copiaré la teva recepta...
Y estic d'acord amb tu. Jo també tinc la sensació de que la JC era més mediàtica que geni de la cuina. Jo tampoc la destacaria per això, però sí per la capacitat de fer arribar les tendències franceses a tot nord amèrica com bé dius.
Molts petonets bonica i moltíssimes gràcies per participar amb aquesta maravella!! :)
Maravilloso. La explicación perfecta. Un besote de OLI de ENTREBARRANCOS
ResponderEliminarVinc d'una blog veí que també parla de la películ.la. Sou unes cracks amb els fogons. Em quedo per aquí avia'm si aprenc alguna cosa... Salutacions!
ResponderEliminarCaram!!!! el soufflé de xocolata és una perdició i amb el toc del cafè ha de ser deliciós!!
ResponderEliminarTe han quedado preciosos y muy altos. La verdad es que parece arriesgado el abrir la puerta del horno para echarles azúcar.
ResponderEliminarBesos.
Tiene una pinta Barbara!!
ResponderEliminarOstres, què bé que t'ha quedat. Millor dit, t'ha quedat perfecte!
ResponderEliminarA mi es que els soufllés em fan molt de respecte i mira que tinc ganes de fer-ne però no m'atreveixo, sempre penso que quan el tregui em baixarà i quedarà fatal!
Molts petonets.
Es una maravilla ver el proceso, pero ese acabado espectacular, como te quedo de lindo, no me gusta el chocolate pero mira que me lo comería todo.
ResponderEliminarUn beso
Que receta maravillosa y tan bien explicada.
ResponderEliminarMe ha encantado el resultado.Bss Esther
He publicado una foto de tu post y su link en
ResponderEliminarMis Favoritas de esta semana, puedes verlo en:
http://blocderecetas.blogspot.com/2011/05/mis-favoritas-semana-17-2011.html
Espero que te guste!
Qué bons t'han quedat i a més, molt altets!
ResponderEliminarcom sempre, unes explicacions de luxe!
petons guapa!
Deliciosa receta y magnífico paso a paso.
ResponderEliminarBesitosssss
Ese momento soufflé es impactante, porque verlo alto, esbelto, turgente es una visión que dura muy poco tiempo. Me imponen mucho respecto los soufflés, y de hecho jamás he hecho uno.
ResponderEliminarSobre Julia Child, estoy a la espera de saber algo más de ella. En estos días, en vista del reto de Film&Food, voy a ver la peli y conocerla un poquito más.
Besos.
Estic d'acord amb la idea que Julia Child era més mediàtica que cuinera, tot i que no la coneixia fins que vaig veure la peli. Potser m'equivoco però m'ha donat l'impressió aquesta en buscar les seves recepets pel repte.
ResponderEliminarAquest super tutorial de com fer un souffle m'ha encantat.
Delicioso. Hoy no es la primera vez que leo sobre las "Julias", que curioso.
ResponderEliminarBesos.
Alicia.
Muchísimas gracias a todos por pasaros por aquí y dedicarme unos minutos para halagar mi trabajo, de verdad que es muy emocionante ver que no solo os ha gustado, sino que muchos os atreveréis con esta receta con este paso a paso.
ResponderEliminarSé que algunos le tenéis respeto a los soufflés, pero de verdad que si lo seguís al pie de la letra no tendréis ningún problema, y ya sabéis que si os surgen dudas solo debéis dejarme un comentario, os ayudaré en todo lo que pueda. :-)
Muchísimas gracias a todos y cada uno de vosotros y un beso enorme. Gracias :-)
2016-3-25 xiaozhengm
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