No, no he exagerado un ápice en el título de esta entrada. Para mí, que no me apasionan las bebidas alcohólicas, los licores de frutas son prácticamente una golosina que me apetece paladear de vez en cuando. Y este es extraordinario, sin exagerar.
Este licor de cerezas alcanzará su máximo esplendor cerca de Navidades, cuando se habrán macerado y asentado todos sus sabores, aunque estando recién hecho ya resulta exquisito. Sin embargo os lo traigo ahora, que aún se pueden encontrar cerezas en el mercado, para que podáis prepararlo.
Este licor de cerezas alcanzará su máximo esplendor cerca de Navidades, cuando se habrán macerado y asentado todos sus sabores, aunque estando recién hecho ya resulta exquisito. Sin embargo os lo traigo ahora, que aún se pueden encontrar cerezas en el mercado, para que podáis prepararlo.
No necesitáis nada especial, ni siquiera lleva trabajo alguno. Solo requiere buena materia prima, tiempo y cariño :-) . Si lo preparáis tendréis un delicioso licor, 100% casero, que podréis degustar en casa u obsequiar a algún amigo. Es un regalo que apreciaran en todo lo que vale. Podéis estar seguros.
Me hubiera gustado participar con él en el concurso de Futuro bloguero, que ha sido un exitazo y ha reunido recetas extraordinarias, pero no me atreví porque era condición sine qua non que fueran cerezas del Jerte. Lo comento para que no me riñas, Futuro :-). Este licor lo he preparado con las cerezas que me regaló un vecino de su árbol y, aunque eran hermosísimas, no eran picotas. :-)
Os cuento como he hecho este: