jueves, enero 21

Ravioli de pollo asado y ciruelas, en salsa de setas




Desde que decidí abrir este blog he conocido muchas personas con la misma pasión por la cocina e iniciativas muy interesantes. Fue por una casualidad que me encontré en la página de HEMC y al conocer la temática que Wivith, de Cuchiflitos , había planteado para este mes de enero me animé a colaborar con este plato.

No solemos tener muchas sobras en casa. Más que nada porque somos dos y las raciones son fáciles de calcular. Pero precisamente por eso, porque solo somos dos, algunos asados nos vienen grandes.

Los codillos o los pollos asados, son platos que inevitablemente no asimilaremos de una sentada, con lo que producirán un excedente al que siempre me gusta darle salida. Normalmente se traducen en unas croquetas, una ensalada de pasta, patatas o lechugas, unos crêpes, lasagna, cremas o consomés, incluso a veces se convierten en una suculenta bolognesa. No lo hago muy a menudo, porque es laborioso, pero alguna vez se han convertido en canelones o como en esta ocasión, que os propongo hoy, unos ravioli que no tenían nada que envidiar al asado original.

Esta pasta casera está realizada exactamente igual a los Pappardelle que subí el otro día. La quise publicar con antelación a esta para no recargar la entrada. Si os apetece, aquí os dejo la receta de estos ravioli :

Ingredientes para 24 ravioli:

Para la pasta:

  • 2 huevos (medianos)
  • 200gr. de harina de trigo
  • 4gr. de sal
  • 20ml. de aceite de oliva
  • 50ml. de agua
  • necesitaremos otro huevo para pintar.

Para el relleno de sobras de pollo asado:

  • una pechuga del asado de pollo
  • parte del relleno del pollo (zanahorias, judía verde, ciruelas pasas)
  • 1 cucharadita de harina
  • 50ml de leche
  • 1 nuez de mantequilla

Para la salsa de setas, para 2 personas:

  • parte de la guarnición del pollo asado (salteado de setas variadas al ajillo)
  • 1 cebolla pequeña
  • 200ml. de nata para cocinar
  • pimientas al gusto
  • sal
  • 20 gr. de mantequilla

Antes de empezar he de comentaros algo importante respecto a los ingredientes. Con la cantidad de sobras con la que pretendo confeccionar este plato me salen 24 ravioli. Ideal para 4 personas. Paradojas de cocinar con sobras... como somos dos, y los ravioli son muy generosos, solo acabé preparando la mitad en salsita, el resto los congelé antes de hervir (sobras de sobras recicladas :-)). Quedan estupendos y me sirven para una segunda tanda. Os comento esto porque los ingredientes de la salsa son solo para 2 personas. Tenedlo en cuenta si vais a cocinarlos todos.

Como ya os he comentado, el relleno lo hice con una pechuga que me había quedado de asar un pollo al horno que había rellenado de verduras y ciruelas para darles sabor.

Tanto la pechuga como las verduras las corté con las tijeras a un tamaño bien visible. Me gusta encontrar los tropezones cuando relleno pasta.

Si los vais a preparar, os valdrá una pechuga, media zanahoria cortada a discos, alguna verdura como la judía verde, y 3 o 4 ciruelas pasas. Por descontado podéis hacer el relleno que más os apetezca.

Para la salsita utilicé parte de la guarnición de setas salteadas con las que acompañé el pollo. Podéis saltear en aceite setas o champiñones con ajo y perejil para obtener el mismo resultado.

Empezaremos preparando la pasta exactamente igual que en esta entrada anterior. Mezclaremos todos los ingredientes y amasaremos hasta formar una bola, que dejaremos reposar envuelta en un trapo de algodón, en la nevera, mientras preparamos el relleno o un mínimo de 30 minutos. Si es la primera vez que hacéis pasta os sugiero que leáis antes el procedimiento paso a paso y las anotaciones que hago al respecto aquí.

Saltearemos el relleno en una sartén donde habremos añadido una nuez de mantequilla. Con cuidado, sin que se desmenuce.

Agregaremos la cucharadita de harina integrándola con el relleno. Cuando haya desaparecido añadiremos la leche y dejaremos que haga un pequeño hervor hasta que quede absorbida por la carne. Probad y rectificad de sal y/o pimienta si lo creéis necesario.

No pretendo hacer una bechamel, simplemente dar amorosidad y jugosidad al relleno. Este debe quedar suelto, han de notarse todos los ingredientes. Pero de esta manera quedará ligado resultando más amoroso al paladar. Reservamos.

Vamos con la pasta. Enharinad la mesa de trabajo y partid la masa en dos partes iguales.

Estirad ambas partes con mucha paciencia hasta conseguir que tengan un mínimo de 42x28cm. Estas medidas vienen dadas por la cantidad y tamaño de los ravioli. A la vez, si habeis usado exactamente los mismos ingredientes, os quedarán dos planchas del grosor adecuado. Deben quedar de menos de 1mm.
Por descontado, si disponéis de una máquina que os haga este trabajo os resultará infinitamente más sencillo.


Una vez conseguidas las dos planchas, depositadlas en una mesa bien enharinada, donde tengais sitio para trabajar. Con un cuchillo afilado recortad el sobrante para que queden dos rectángulos de exactamente 42x28cm, con la intención de obtener 24 ravioli de 7x7cm.









Repartid el relleno en 24 (6x4) montoncitos equidistantes. Observad como el relleno mantiene la textura de todos sus ingredientes.


Batid 1 huevo y, con la ayuda de un pincel, pintad dibujando líneas paralelas y perpendiculares, entre los montoncitos de relleno.






Aseguraos de tener bien pintada toda la masa.

Ahora viene la parte complicada. Cojed la otra lámina de pasta y disponedla sobre la que tiene el relleno. Os ayudará  sujetarla con el rodillo e irla depositando de izquierda a derecha (si sois zurdos hacedlo al revés). Ayudándoos de la mano libre para encarar bien las dos láminas.

Hacedlo con cuidado, una columna después de otra, procurando, con la mano libre, evitar que os queden bolsas de aire sobre los rellenos.

Con los dedos iréis uniendo la pasta, el huevo os ayudará a ello. Enharinaos las manos y acariciad suavemente la pasta. Sellando. Es muy fácil que os queden burbujas de aire sobre el relleno, la solución más simple es un agujerito en la pasta, donde va el relleno, que podeis hacer con una aguja. Aseguraos de sacar todo el aire y volver a cerrar el agujero, esto resulta sencillo, por la elasticidad de la pasta, pero es vital que os esmeréis en cerrarlo. Si no cerrarais bien los agujeritos se os llenaría el ravioli de agua al hervir.

Cuando tenga este aspecto, cepillad los restos de harina con un pincel.


Cortad la pasta, con un cuchillo afilado, cortapastas o molde, procurando que os quede un ravioli de 7x7cm.

Procurad, cuando los manipuléis, ayudaros siempre de la harina. Si el ravioli se adhiriera a la superficie donde lo estáis trabajando lo deformaríais al cogerlo.







Ayudaos de un tenedor para sellar cada uno de sus laterales. Podeis hacerlo con un mango de madera delgadito o con el utensilio que le dé la forma que más os guste.











Para evitar que se peguen o deformen, es mejor que los vayáis depositando sobre una superficie lisa y enharinada hasta que vayáis a hervirlos.

Como os he comentado antes, la mitad de estos ravioli fueron a parar al congelador. Lo ideal es congelarlos sobre una bandeja. Cuando hayan cogido cuerpo podéis trasladarlos a una bolsita de plástico. Como haríamos con unas croquetas.



Vamos a por la salsa. Como el relleno de los ravioli es de pollo, con el toque dulce de las ciruelas, he pensado que una salsita sencilla de setas, que también formaban parte del pack "sobras", le quedaría genial.

Si queréis prepararla, saltead primero setas variadas o champiñones en aceite, ajo y perejil.

Como fondo de la salsa picaremos una cebolla, no muy grande, y la sofreiremos en aproximadamente 20gr. de mantequila.

Dejad que la cebolla se dore, y como os digo siempre, no pocheis la cebolla, sofreidla. Esta es la base de una salsa sabrosa y doradita, y la de cualquier guiso de nuestra dieta mediterránea. Añadid un pelín de sal, que a su vez os ayudará a que sude.


Cuando la cebolla esté bien doradita, añadid la nata, o crema de leche, moled un poquito de pimienta, y si os gusta, nuez moscada.

Suelo utilizar una mezcla de pimientas de colores que le da un toque especial. Usad la que más os guste, pero a ser posible moledlas al momento.

Dejad que se integren los sabores y con una batidora o minipimer picad la cebolla junto con la nata.



Devolved la salsa a la sartén a través de un colador fino. Así conseguimos que la salsa tenga el sabor del sofrito de cebolla pero sin su textura.

A esta crema fina le añadís las setas salteadas. Integradlo y probad para rectificar de sal o pimienta.

Apagad el fuego y reservad.






En una olla grande procurad un mínimo de 2 litros de agua, un puñadito de sal y un chorro de aceite de oliva. Llevad a ebullición.

En cuanto arranque el hervor introducid los ravioli (sacudiéndoles la harina que pudiera haberse adherido en la base), uno a uno, y dejadlos hervir aproximadamente 5 minutos. La pasta casera cuece muy rápido, y además a mí me gusta al dente, pero recordad que estos ravioli son dobles y gigantes.

En todo caso, si es la primera vez que los hacéis,  os recomiendo que probéis una esquinita diminuta. Pasado ese tiempo escurridlos e integradlos en la salsa. Si este paso no va a ser inmediato, os recomiendo lavarlos en agua fría, para cortar su cocción, y rociarlos con aceite de oliva o mantequilla para evitar que se peguen los unos a los otros.



Este es el aspecto de cinco de estos sabrosísimos ravioli de "sobras", ya veis que forman una ración absolutamente generosa. La salsa es suave y cremosa, pero con un sabor intenso a setas que acompaña estupendamente cualquier tipo de pasta.  El relleno crea un contraste perfecto para mi gusto, sabía a pollo asado con ciruelas (normal :-)). Soy muy amante de las mezclas salado-dulce, carne-pescado, y estos ravioli estaban sabrosísimos. Me gusta encontrar "tropezones" en los rellenos, pero lógicamente podéis hacerlos de la manera que más os apetezca.

La pasta estaba de impresión, con cuerpo, el bocado hay que masticarlo y te llena, es una sensación muy agradable. Casi que la comparación, con pastas industriales, sería equivalente a pizza de trattoria versus  congelada, es decir, nada que ver. La pasta casera es el summum de las pastas, y aunque no os voy a engañar diciendo que hacer ravioli es fácil, que no lo es aunque parezca lo contrario, es absolutamente satisfactoria.  Tampoco es perfecta, y menos hecha a mano como la que os traigo yo, pero honestamente, cuando la pruebas desparecen todos los defectos. Para mí supone una gran satisfacción y me compensa.

Es algo que debéis tomaros con calma, y la misma paciencia que tenéis cuando os encaráis a unos canelones, con la salvedad que además, los ravioli, hay que armarlos con sumo cuidado. Es la receta ideal si os apetece enredar en la cocina una tarde de lluvia, como la que tenía yo el día que los preparé para compartir en el HEMC de este mes.


25 comentaris:

  1. Qué buena pinta, efectivamente hacer ravioli es una forma maravillosa de aprovechar sobras. Solo que un poco laboriosa con rodillo, yo afortunadamente tengo una máquina de pasta (otro artilugio!), a ver si me animo que la tengo muy abandonada...

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  2. guauu vaya trabajo!!1 precisoos, perfectos!! ricos ricos!! seguro!!

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  3. Miriam bonita! gracias por tu comentario. :-)

    Pues no me hubiera venido mal un artefacto de esos, de todas maneras, para mí, estar literalmente con las manos en la masa es un placer. También me parece bien mostrar que se pueden hacer sin demasiados requisitos.

    Miriam, anímate a sacarle brillo al artilugio!! ;-)

    un besazo.

    Karolina, guapa, sé muy bienvenida! :-)

    muchísimas gracias por tu comentario.

    un abrazo.

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  4. Caram , quins raviolis !!!!No poden ser més complers , oi?? No hi falta de res..

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  5. Gràcies Dolors, bonica. :-)

    Sí que n'eren de bons, si.

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  6. te felicito, mira que en mi casa somos de reciclar las sobras, pero con este hemc, me doy cuenta de la riqueza que hay y lo apañaosque somos en la cocina española, gracias po tu esfuerzo de demostrarnoslo!

    besos maca

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  7. Quina pinta més bona tenen aquests raviolis. Amb el pas a pas queda perfectament explicat. Jo tinc màquina per allisar pasta, però és impossible treure aquestes plaques tan llargues, ja que l'ample és de lasanya... així que tocarà fer un parell de planxes llargues, però primes :-D

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  8. Hola surfzone! moltes gràcies pel teu comentari.

    Doncs no t'amoïnis, i si tens màquina fes llesques estretes i adapta la mida dels ravioli.

    Jo m'estic rumiant de comprar-ne una, per que m'encanta el gust de la pasta feta a casa, però m'ho penso dues vegades abans de posar-m'hi per que em queden les mans entumides jejejeje :-))

    una abraçada.

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  9. Gracias Su, cielo. Tus palabras son un halago para mí.

    Descuida, en el paquete que te tengo prometido te pondré unos cuantos :-D

    un beso enorme, preciosa.

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  10. Bé, jo ho pasto amb la Thermomix i després tinc un parell de màquines per fer pasta: una és la clàssica per fer planxes llargues (canelons i lasanya), que també té un tallador d'espaguetis o tallarines... i una altra que és la canya absoluta: per fer macarrons, fideus, espirals, etc. La pots veure aquí.

    Vaig comprar les dues a Andorra, al Punt de trobada, crec que no vaig pagar més de 20-30 € per cadascuna, un preu realment ridícul per la gran feina que fan!

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  11. Te han quedado estupendos!! no se yo si esto es una forma de aprovechar sobras lo veo de categoria super!!! un beso

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  12. Surfzone, ara mateix em passo a veure-la que m'interessa.

    Ara per ara no m'és tan fàcil arribar-me a Andorra, però ja sé on vols dir, hi he anat a comprar moltes vegades al punt de trobada.

    Gràcies per la idea! :-)

    Hola, Mª José, bonica! moltes gràcies pel teu comentari. Malgrat la feina que porten em paga la pena per lo bons que queden i més si les "sobres" també son de categoria :-)))

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  13. Gracias por tu participación en el Hemc# 40

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  14. De nada, guapa. :-) Ha sido un placer participar.

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  15. Yo suelo tener ideas para reciclar comida pero me has dejado impresionada con la lista de recetas para reciclar el pollo.
    Lo de la pasta casera....me rindo a tus pies.
    ¡ Qué envidia me das !
    Menudo recetón.
    Un abrazo,
    María José.

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  16. María José, cielo, muchas gracias, pero no tengas ninguna envidia :-). Es laborioso, mucho, pero muy muy fácil. Y ahora que me he hecho con una máquina para estirarla me voy a poner "morá" de hacer pasta :-DD

    un beso enorme. ;-)

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  17. Super didáctico: haces que parezca tan fácil! nunca he preparado pasta en casa, pero con estos pasos creo que me voy a animar.

    Gracias por la receta!
    Helena

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  18. Helena, creo que te va a encantar. Ármate de paciencia si no tienes ni amasadora ni máquina para estirar la pasta, pero te garantizo que disfrutarás haciéndolos y el sabor te va a cautivar. Creo que hasta el punto de no querer más pasta industrial :-)

    Gracias a ti por dejarme tu comentario :-)

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  19. La pasta estaba de impresión, con cuerpo, el bocado hay que masticarlo y te llena, es una sensación muy agradable. Casi que la comparación, con pastas industriales, sería equivalente a pizza de trattoria versus congelada, vintage necklaces , handcrafted shoes , payal for girls , embroidered bag , embroidered belt , women's leather belts for jeans , belt boots , bracelet es decir, nada que ver. La pasta casera es el summum de las pastas, y aunque no os voy a engañar diciendo que hacer ravioli es fácil, que no lo es aunque parezca lo contrario, es absolutamente satisfactoria. Tampoco es perfecta, y menos hecha a mano como la que os traigo yo, pero honestamente, cuando la pruebas desparecen todos los defectos. Para mí supone una gran satisfacción y me compensa.

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