Filet mignon au proivre - Solomillo de ternera a la pimienta verde

Hoy os traigo una versión discreta del Filet mignon o Steack au poivre (solomillo a la pimienta), ya no porque el plato en sí sea sencillo, que lo es, sino porque hay muchas variantes, y ésta es quizás la más simple de todas.

Para aquellos que no tengan muchas tablas o simplemente tengan prisa, pero quieran deleitarse con un buen solomillo, éste és su plato.

Ingredientes para 2 personas:

• 2 solomillos de ternera
• Pimienta verde ( a discreción)
• un chorrito de Cognac o Armagnac
• 100 ml de nata líquida
• Aceite de oliva virgen
• Margarina o mantequilla
• sal

Empezaremos preparando todos los ingredientes. Éste es un plato que debe ser rápido de hacer y no podemos entretenernos estando el solomillo hecho. Dispondremos los filetes en una sartén junto con el aceite de oliva y la margarina ya disuelta, y los cocinaremos a fuego vivo.

Fijaos en que no he sazonado todavía la carne, lo haremos justo cuando vayamos a darle la vuelta. Conseguiremos así a que la sal no absorba la humedad del solomillo y resulte más tierno. En cuanto veamos que está a nuestro gusto, sazonamos un poquito y vuelta.

La cocción debería hacerse a fuego medianamente vivo, de tal manera que nos permita tostar suavemente el exterior sin que el interior pierda su punto. He usado el condicional porque ese "punto" es relativo en cada uno, y eso ya entra en el gusto personal.

En cuanto veamos que el solomillo está al punto que nos agrade lo retiraremos emplatándolo donde vayamos a servirlo.




Sin perder tiempo incorporaremos a la sartén los granos de pimienta verde.

Los saltearemos un minuto mientras vamos integrándolos con el aceite y los jugos de la cocción del solomillo. Seguidamente añadiremos el Cognac y lo dejaremos reducir unos segundos, lo justo para que pierda el alcohol.

A continuación incorporaremos la nata líquida,  que removeremos dejando que vaya tomando color pero sin dejar que reduzca demasiado. Rectificaremos de sal si fuera necesario.

Inmediatamente rociaremos los solomillos con la salsa y servimos.  Que aproveche. :-)

Recordad que, por lo general, es mejor sazonar la carne, si es que fuera necesario, justo antes de darle la vuelta. No lo hagáis nunca al principio, pues perdería más fácilmente la humedad y con ello jugosidad.

Aunque no sea complicada, la salsa debe elaborarse de manera rápida evitando que se enfríe el solomillo.

Si creéis que os habéis pasado con el aceite o la margarina, o simplemente quereis desengrasar un poco el plato, justo antes de añadir la pimienta, podéis eliminar el exceso, siempre procurando sea aceite limpio,  dejando los jugos de la carne en la sartén.

En cuanto a la pimienta verde, suele venir en pequeños envases de cristal macerada en agua sal y un poco de vinagre. Podréis encontrarla en cualquier hipermercado en la sección de especias.