Fideos chinos Vermicelli (de soja)

A pesar de su origen asiático esta receta encaja perfectamente a los gustos e ingredientes occidentales, por lo que no nos será en absoluto complicada de realizar. Es curioso como un plato tan sencillo puede ser tan versátil. No importa que en ese momento no tengamos en casa alguno de sus ingredientes, mientras dispongamos de hortalizas, algo que le dé sabor extra como pollo, carne de cerdo o ternera, gambas, o langostinos, y los fideos de soja, por supuesto, nos quedará siempre estupendo. Este es otro de esos platos en que podemos decir: "qué tengo hoy en la nevera" para hacer unos fideos chinos?.

Ingredientes para 2 personas:

• 100gr. fideos chinos vermicelli
• 1 cebolla mediana
• 1 zanahoria
• 1 pimiento verde
• 50 gr. guisantes
• 50 gr. calabacín
• 50 gr. col
• 50gr. champiñones (o setas del tiempo)
• 100 gr. de pechuga de pollo
• 6 langostinos

Para la salsa:

• 8 cucharadas de caldo de pollo (puede usarse una pastilla de concentrado)
• 3 cucharadas de salsa de soja
• 2 cucharaditas de azúcar granulado

Cortamos todas las hortalizas y la pechuga de pollo en bastoncitos de aproximadamente medio centímetro, o poco más. Los champiñones a láminas un poco más finas. Pelamos en crudo los langostinos y reservamos todo.

Poned una olla con un litro de agua a hervir para escaldar posteriormente los fideos.

También podéis preparar la salsa antes de empezar a saltear las verduras. Simplemente mezclad los ingredientes en un recipiente. El caldo de pollo, la soja y el azúcar. Mezclad bien y reservad. A propósito de la salsa, si no tenemos caldo de pollo podemos sustituirlo perfectamente por una pastilla de concentrado. Recordad que el glutamato monosódico, que utilizan estos preparados para potenciar su sabor, es muy común en la cocina china.

En una sartén (aunque lo ideal sería un wok), donde habremos puesto a calentar unas 3 cucharadas de aceite de oliva de muy baja acidez,  iremos incorporando las hortalizas para saltearlas, empezando por las más resistentes a la cocción. Cebolla, zanahoria y guisantes primero, que son a mi entender las que necesitan un poco más de tiempo.

Las saltearemos un par minutos, no más, antes de proceder a la incorporación del resto de hortalizas, col, pimiento verde, calabacín y champiñones.

Este plato admite todo tipo de ingredientes así que podéis añadir los que más os gusten.

Dejaremos hacer las verduras a fuego vivo, removiendo continuamente.

Una vez tengamos las verduras al punto que deseemos, recordad que no deben estar excesivamente cocidas, incorporaremos las tiritas de pollo y los langostinos.

No dejéis de ir salteando los ingredientes. Los langostinos y las tiras de pollo se harán en un momento.

En cuanto cambien el color podéis incorporar la salsa y dejad que reduzca un par de minutos.

Los vermicelli que suelo comprar vienen en bolsas de 5 paquetitos individuales de 50gr. cada uno. Solo hay que quitar el cordoncito y ponerlos en remojo con el agua hirviendo.

También pueden freírse, pero eso es para otro tipo de recetas.

En un bol disponed los fideos de soja y llenadlo de agua hirviendo hasta que queden bien cubiertos.

Es importante hacerlo así. Esta pasta es tan fina que no resistiría el hervor continuado. Por ese motivo es también de suma importancia cuidar el tiempo en que los dejaremos en agua caliente, que no debería ser superior a 5 minutos (no obstante consultad siempre las indicaciones del fabricante y os ceñís a vuestro gusto personal). Pasado este tiempo, si no se van a utilizar inmediatamente, se lavarán en agua fría para parar el proceso de cocción. Si los utilizamos en el momento, este paso no será necesario.

Una vez la pasta esté lista, se escurren los fideos y se incorporan con suavidad, teniendo muchísimo cuidado de que no se rompan. Recordad que es una pasta muy delicada que no debe manipularse demasiado.

Mezclamos y dejamos un minuto para que todos los elementos se integren.

Listo para servir.

Recordad: podéis utilizar cualquier hortaliza que tengáis en casa. A su vez, podéis sustituir el pollo por bacon, carne picada, taquitos de magra de cerdo, ternera etc. También podéis mezclar, o no, gambitas peladas o langostinos. Este plato admite cualquier combinación. Es de las pocas preparaciones donde es más aconsejable usar una pastilla de concentrado que caldo casero de pollo, la diferencia es notable y con el concentrado acaba de adquirir ese punto de restaurant chino que todos conocemos. Y por último, manejad con sumo cuidado la pasta.

En cuanto a los fideos, los vermicelli son un producto a base de soja y agua, por lo que tienen un alto contenido proteínico (unos 7g de proteínas por 50 gr de fideos). Los podéis encontrar en grandes superficies sin ningún problema, pero debéis prestar atención a los ingredientes porque suele haber fideos de aspecto  idéntico pero elaborados con harina de maiz o almidón de patata. En la tabla nutricional de los fideos que he utilizado aparece como ingrediente almidón de habas de mungo, que es soja verde. A veces puede aparecer simplemente soja verde o habas de mungo, es lo mismo. No os fiéis de los productos donde vienen las instrucciones en chino aunque os aseguren que son de soja. Estos vermicelli están comprados en  Alcampo y han sido importados por un mayorista de Barcelona con registro de sanidad. Los encontrareis en la sección de alimentos internacionales y vienen en envases de cinco paquetitos de unos 50 gr.cada uno.

Puede que solo sean manías mías pero, teniendo la posibilidad de comprarlos así, soy un poco reacia a comprar un producto del que no entiendo ni sus propiedades ni sus componentes. :-)

En casa suelo hacerlos muy a menudo, nos gustan muchísimo. Ya no porque te ayudan a limpiar la nevera, sino porque salen realmente riquísimos, además, son el complemento perfecto de un pollo al limón, una ternera con pimientos verdes , un cerdo agridulce o unos rollitos de primavera, recetas muy fáciles de hacer también en casa.

Podeis acompañarlos de pan chino hecho también por vosotros mismos, aquí tenéis mi receta. :-)